Durante el embarazo, es común que nos digan que nuestro cabello está más radiante, maś espero y abundante.
Lo cierto es, que normalmente nuestro cabello tiene una fase de crecimiento y caída. Durante el embarazo no sucede que nos crece más el cabello, sino que se detiene solo en la fase del crecimiento y no se cae. Pero luego que damos a luz, todos esos cabellos que debieron caerse, comienzan su destino y por eso nos alarmamos. ¿Es normal? Totalmente.
No te alarmes, es completamente normal que ésto suceda, a algunas mujeres dependiendo de la edad, estilo de vida y salud, puede que se le caiga mucho más o mucho menos. Pero lo importante es que puedes tomar algunas precauciones para que la caída no sea tan evidente y te afecte menos.
Primero, relájate. Está comprobado que el estrés ayuda a aumentar la caída del cabello, así que alarmarnos por ésta situación solo lo va a empeorar. Intenta estar tranquila, mimarte, quererte tal como eres, y sentirte bonita. Un alta autoestima puede ayudarte a sobrellevar mejor la situación.
Evita hacerte colas de caballo o recogerte el pelo en un moño, puesto que estos peinados tiran del cabello haciendo que se quiebre con mayor facilidad.
Consume Vitamina B. Si bien el fenómeno de la pérdida del pelo no se puede evitar ni combatir, la vitamina B ayuda a fortalecer la salud del cabello y hace que la caída no sea tan pronunciada.
Pero lo mejor es ser consciente que es algo que puede pasarte después de un embarazo, que pasa a muchas madres, y sobre todo, que es algo temporal. No te preocupes por una futura calvicie. Cuando todo se restablezca, volverá a crecerte el cabello. Relájate y habla con tu médico por si puede ayudarte en algo más.
Y que des de mamar a tu bebé no tiene nada que ver con que te caiga más el pelo. Todo se debe a los cambios que sufre tu cuerpo durante y después de un embarazo. Disfruta de la maternidad y la lactancia, porque siempre será un bien para ti y tu bebé.
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