Mientras más nalgadas reciben los niños, más posibilidades tienen de desafiar a sus padres, experimentar conductas anti sociales, agresividad, problemas de salud mental y dificultades de aprendizaje.

El estudio, publicado en la revista de este mes de Psicología Familiar , mira a cinco décadas de investigación que participaron más de 160.000 niños. Los investigadores dicen que es el análisis más completo hasta la fecha de los resultados asociados con el castigo físico. "Nuestro análisis se centra en lo que la mayoría de los estadounidenses sólo reconocerá como nalgadas y no en comportamientos potencialmente abusivos ", dice Elizabeth Gershoff , profesor asociado de ciencias de la familia y de desarrollo humano de la Universidad de Texas en Austin. 

"Descubrimos que dar nalgadas se asoció con resultados perjudiciales no deseados y no se asoció con una mayor obediencia inmediata o a largo plazo, que son los resultados esperados de los padres cuando se disciplinan a sus hijos."

Hasta el 80% de los padres de todo el mundo dan nalgadas a sus hijos , según un informe de 2014 de UNICEF . Gershoff señala que esta persistencia es a pesar del hecho de que no hay evidencia clara de los efectos positivos de las nalgadas y sí hay amplia evidencia que plantea un riesgo de daño para el comportamiento y desarrollo de los niños.

Y tú, ¿qué opinas al respecto?

Puedes ver el resto de la nota sobre la investigación (en inglés) aquí.