Muchas madres modernas son defensoras del llamado ¨colecho¨. No hay nada más hermoso y rico que dormir con nuestros bebés, pero ¿qué pasa cuando nuestro bebé está creciendo, se mueve mucho y no nos deja dormir nada? Allí nos desvelamos y éste desgaste puede conducir a un mal humor que no ayuda nada a nuestra salud.
Nuestra meta es que nuestro bebé crezca saludable tanto físicamente como emocionalmente. Esto es súper importante los primeros anos de vida porque determinará la manera en que manejará sus emociones por el resto de su vida.
Un bebé que aprende a dormir en su cuna sintiendose seguro de que sus papás están cerca, será un adulto seguro e independiente. No significa hacerlos pasar por un trauma, ésto conlleva mucha paciencia y amor. El mismo amor con el que lo trajiste a este mundo, te servirá para ayudarlo a adaptarse a él.
Sé consistente
La única manera de establecer ciertas acciones como
rutina consiste en repetirlas todas las noches. Si te saltas algunas
noches, puedes darle a tu bebé señales mixtas, así que ser consistente es muy importante.
Haz de la cuna un sitio confortable
Un móvil puede servir, una mantita cómoda o un juguete suave, cosas que lo ayuden a relajarse, y sentirse en un ambiente cómodo y lleno de calma.
Aprenderá que el día es para comer y las noches para dormir. Y habrá menos probabilidades de que se despierte hambriento de madrugada.
Establece un horario de siestas regular
Una rutina de sueño consistente durante el día puede ayudar a regular el sueño durante la noche.
Pon a tu bebé en la cama pronto, como a las 6:30 o las 7 p.m.
Nomantengas a tu bebé despierto para que esté más cansado. Un bebé que está demasiado cansado puede tardar más en dormirse. Algunos expertos dicen que los bebés que se van a la cama más pronto, duermen más también.
Encuentra una rutina para irse a la cama y síguela
Por ejemplo, un baño y luego un libro, una canción de cuna y luego a la cama, a la misma hora todas las noches.
Crea algunos "sonidos claves" para indicar a tu bebé que es hora de irse a dormir
Un sonido puede ser tan simple como "Sshhhh" o decirle suavemente la frase "Es hora de dormir". Repite el sonido o la frase cuando estés calmando a tu bebé para que se duerma o para que se vuelva a dormir, para que la asocie con el sueño.
Los primeros días serán difíciles pero los expertos dicen que con paciencia al cabo de unas semanas valdrá la pena el esfuerzo.
Dejarlo llorar es uno de los métodos más utilizados y aunque hay padres que insisten en que es un método cruel, muchas investigaciones indican que realmente éste método no causa ningun daño a tu bebé y que es un efecto secundario de la rutina escogida.
Y lo más importante: Sigue tu instinto.
Si dejarlo llorar no va contigo, simplemente no lo hagas, otros métodos incluyen dormirlo y luego meterlo en su cuna, atender su llanto si se despierta y volverlo a dormir y meterlo de nuevo en su cunita. Ser constante hasta que los períodos se alarguen y con los días se acostumbre a su nuevo entorno.
No temas en probar diferentes métodos. Sigue tu naturaleza y con tiempo, perseverancia y mucha paciencia lo lograrás.
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