En la actualidad parece que dar a luz de forma natural o bajo cesárea, se ha convertido en un dilema. Es ahora cada vez más común que las embarazadas se sometan a cirugía para traer a sus bebés al mundo. En Venezuela, la incidencia de cesáreas representa más del doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las naciones de América Latina. Esto según un comunicado publicado en octubre de 2013, por la organización “Embarazarte”

Pero, ¿por qué ocurre este fenómeno?

Si bien es cierto que una intervención quirúrjica, baja la tasa de mortalidad en recién nacidos, hay especialistas que aseguran que la cesárea no es la mejor opción. La operación es una comodidad para ambos -madre y doctor-, más no es lo idóneo. En un reportaje por el Blog Reportrazos/  en un reportaje, Cristina D’Alessandro, médico residente, explica que “en los hospitales lo normal es que las cesáreas se hagan cuando hay indicaciones de riesgo: pelvis muy estrechas, posición transversa del bebé, problemas con la placenta, entre otros. Mientras que en el entorno privado se prefiere planificar las intervenciones por acuerdo entre paciente y doctor, llamadas ‘cesáreas electivas’”.

El asunto es que la cesárea es necesaria sólo bajo ciertas circunstancias, y no es recomendable que se programe sólo por comodidad de alguna de las partes.

Si tienes la oportunidad de elegir y depende de tu decisión, es importante que al menos conozcas las ventajas del parto natural. ¿Por qué lo recomienda la Organización Mundial de la Salud? Porque es lo natural y lo más saludable.

Lo ideal es que un bebé nazca de manera vaginal y que, nada más nacer, sea puesto en contacto piel con piel con la madre. Sólo con eso ya recibe gran parte de esos microorganismos maternos y su flora interna empieza a multiplicarse en base a eso. Ahora bien, si el bebé nace por cesárea no recibe toda esa carga de microbiota materna y tiende a captarla del ambiente en que nace y de las personas con las que está en ese instante, además de la madre. Siendo entonces, muchas de ellas, desconocidas para su sistema inmunológico.

• La pérdida de sangre, en promedio es la mitad que en la cesárea.
• La posibilidad de infección posparto del útero (endometritis) es menor que en la cesárea.
• El riesgo de que la mamá desarrolle infecciones urinarias o daño a los riñones es menor.
• La recuperación posparto es más rápida y menos dolorosa que con la cesárea. Esto te permitirá estar más atenta a tu bebé en sus primeras semanas de vida.
• La presión arterial de la mamá se mantiene más estable que durante la cesárea.
• No hay un límite al número de partos naturales que puedes tener. Por el contario, si una mujer tiene múltiples cesáreas, el riesgo de complicaciones médicas aumenta. Por lo general, una mujer puede tener hasta 3 cesáreas de modo seguro.
• El aporte de oxígeno a la placenta y al bebé es mejor que durante la cesárea.
• El bebé tiene una mejor oxigenación general y cerebral que durante la cesárea.
• El bebé nace más alerta, porque pasar por el canal de parto estimula sus sentidos.
• El cuerpo de la mamá libera oxitocina, lo que favorece la producción de leche y el vínculo afectivo entre la mamá y el bebé.